El Cementerio Municipal de Logroño, ubicado junto al Camino de Santiago, narra la historia de la ciudad, de sus personajes y sucesos desde 1832, cuando Cayetano Sierra, cura beneficiado de la parroquia de Palacio, promovió su construcción.
Pronto hubo necesidad de ampliar este primer cementerio, de la mano del arquitecto municipal D. Luis Barrón y Sáenz en el año 1884. Un proyecto muy detallado con la plantación de un gran número de cipreses y conocido como cementerio “Nuevo”.

El paso siguiente sería una nueva ampliación en 1912 y por otro de los grandes arquitectos municipales; D. Fermín Álamo Ferrer y este se conocerá como el “Novísimo”.

El más antiguo conocido por el “Viejo” de 1832, obra de Cayetano Sierra, cura beneficiado de la parroquia de Palacio, consta de una única calle la de San José.